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Análisis: Contra la Trata de Seres Humanos

Cruz Roja (31/08/2021)

Trata La trata de personas es una violación de derechos humanos que afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo.

Es, según el Ministerio del Interior del Gobierno español, la esclavitud de nuestro tiempo y, lamentablemente, una realidad en Europa y en nuestro país. Un nuevo informe de la ONU, además, advierte del incremento de trata entre niños y niñas en los últimos 15 años, cuyo número se ha triplicado. Ante la trata, hoy más que nunca, conviene alzar la voz. 

La trata se aprovecha de la vulnerabilidad de las personas para explotarlas en diversos ámbitos, como el sexual o el laboral. Rosa Flores, responsable de la Unidad contra la Trata de Cruz Roja, recuerda, concretamente, que el género, la edad y la ausencia de oportunidades, ponen en riesgo de trata a muchas personas que acaban siendo explotadas, dentro y fuera de nuestras fronteras. 

Esta explotación conlleva un lucro para terceras personas a través de la mercantilización de seres humanos. La explotación sexual va más allá de la prostitución, incluyendo otras formas como la pornografía. El 92% de las personas en situación de trata sexual son mujeres (67%) y niñas (25%). La trata laboral puede darse en la agricultura, dentro de trabajo doméstico, en la industria textil, etc. A nivel global, supone un 38% del total de los casos detectados, pero todos los estudios dicen que esta realidad esta infradimensionada. En nuestro país, también se han detectado casos de trata con fines de mendicidad, matrimonios forzosos y actividades ilícitas, aunque en menor grado. 

Un proceso que, cuenta Flores, arranca en la captación y el engaño a las personas. Una de las personas a las que acompañamos fue a Sonia, (historia ficcionada para preservar la intimidad de la mujer), una joven de 25 años que quería venir a Europa a estudiar Medicina.

A través de un tío, se puso en contacto con unos conocidos que se ofrecían a ayudarla. Pese a que desconfió, se arriesgó porque estaba muy ilusionada y quería cumplir sus sueños. Sin embargo, cuando llegó a España, la encerraron en una habitación, donde la violaron y agredieron sexualmente hasta que un día, de camino a la casa de un hombre, pudo huir. Gracias a su fortaleza, con el acompañamiento de Cruz Roja, pudo restablecerse de una situación que, según la ONU, se produce en 148 países de todo el mundo.

Historias como las de Sonia, están detrás de las 700 personas atendidas por la Organización el año pasado por trata en España, 588 eran mujeres, lo que representa un 84%. Del total de personas, el 80% fueron explotadas sexualmente (564), un 5% laboralmente (31) y un 15% mediante ambos fines o de forma indeterminada (105). Las nacionalidades principales fueron Colombia (120), Nigeria (92), Costa de Marfil (53) y Rumanía (47), y la franja de edad más habitual la de los 26 a los 34 años (222 personas). 

El punto positivo, sin embargo, pasa por la visibilización y toma de conciencia de estas situaciones, aunque es una realidad que pasa desapercibida delante de muchas de nosotras y nosotros, cada vez somos más personas con los ojos puestos sobre esta problemática.

Desde la Unidad contra la Trata de Cruz Roja, además, combaten las situaciones de trata bajo marcos diferentes de actuación, detectando y acompañando a las personas en sus procesos de recuperación y acceso a servicios y Derechos. Además, se han creado centros de acogida integral y especializada, contando con 5 recursos en España con 45 plazas en total para atender a personas en esta situación.

"La detección es un proceso, que requiere de acompañamiento especializado", dicen desde la Unidad contra la Trata de Cruz Roja, donde también resaltan los talleres formativos que están realizando dentro de la Organización para contar con más personas entrenadas a la hora de intervenir con personas en situación de trata. De este modo, Cruz Roja cuenta con equipos formados tanto en entornos fronterizos, como en oficinas y asambleas locales, en recursos de atención a personas migrantes, proyectos de atención a mujeres, entornos de explotación sexual, asentamientos, etc.  A todo el personal formado dentro de la organización, hay que sumar las 55 referentes que se encuentran en cada provincia, y las 4 profesionales en Oficina Central.

La COVID-19 acentúa las desigualdades

En todo este contexto, la irrupción de la COVID-19 no hizo más que agravar la situación de las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social. ¿El impacto socioeconómico de la crisis ocasionada por la COVID-19 ha aumentado el número de población en situación de pobreza y elevado los niveles de vulnerabilidad, por lo que se ha incrementado el riesgo de trata en muchas personas, especialmente en aquellas que ya estaban en situaciones precarias. Reforzar los sistemas de protección, garantizar el acceso al Ingreso Mínimo Vital a todas las personas en situación de trata, reducirían el riesgo de trata y explotación entre las más vulnerables¿, sostienen desde la Unidad contra la Trata de Cruz Roja.

Naciones Unidas sostiene que las necesidades económicas es un factor causal de la Trata de Personas en el 51% de los casos. Por otro lado, también concuerda con que la recesión inducida por la COVID-19 ha podido poner a más personas en riesgo. ¿Millones de mujeres, niños y hombres en todo el mundo están sin trabajo, sin escolarizar y sin apoyo social en la continua crisis de la COVID-19, lo que los deja en mayor riesgo de trata de personas. Necesitamos acciones específicas para evitar que los traficantes criminales se aprovechen de la pandemia para explotar a las personas vulnerables¿, ha expresado en un comunicado Ghada Waly, directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Mejorar los sistemas de protección a aquellas más vulnerables puede reducir el riesgo de que se vean envueltas en situaciones de trata y explotación. 

Los efectos de la trata en la independencia de las personas
La Unidad contra la Trata de Cruz Roja trabaja para detectar y acompañar a personas que puedan estar en situación de trata atendiendo a sus necesidades, capacidades y potencialidades generales y específicas. Además, el trabajo en red es imprescindible, ya que se necesita del compromiso de todas las agencias involucradas, para generar entornos y estrategias de cuidado y protección para con las personas en situación de trata. 

El caso de Pedro (nombre ficticio para preservar su intimidad) lo demuestra. Después de toda la vida en un orfanato de Rumanía, justo cuando iba a cumplir los 18 años, fue adoptado. La familia, sin embargo, le entregó a otra que le trajo a trabajar a España, donde la situación empeoró.

Ya aquí, a Pedro le explotaron durante meses. Trabajaba más de 10 horas al día, no tenía comida y, para llevarse algo al estómago, se vio obligado a recurrir a contenedores. Un día, la policía se percató de su situación y lo llevó a Cruz Roja, donde logró finalmente tomar las riendas de su vida. 

Y es que, según Rosa Flores, responsable de la Unidad contra la Trata de Cruz Roja, tras detectar que alguien se encuentra en esta situación, llega el proceso de "restablecimiento". La Organización acompaña a estas personas supervivientes de trata para que, poco a poco, vayan tomando el "control de sus vidas" y puedan "empezar a vivir, o reempezar a vivir, de manera autónoma e independiente".

A menudo, incide Flores, es un proceso largo. "No es lo mismo una persona que no ha sido explotada en España o en Europa, que una niña que ha sido explotada en entornos de prostitución durante 10 años", ejemplifica. Ante estas situaciones, recuerda, además, que se necesitan más oportunidades y recursos "para que las personas tengan una protección real y oportunidades factibles para empezar una vida en autonomía". 

Esa protección no debe quedarse únicamente en el ámbito estatal, sino que debe llegar a las personas de forma internacional. Por todo ello, recalca la responsable de la Unidad contra la Trata, todavía queda mucho por hacer. 

La necesidad de una Ley

La Unidad contra la Trata de la Cruz Roja arrancó en torno al año 2010. Fue en ese momento cuando se empezó a poner el foco en la formación de los equipos para que pudieran percibir las señales de personas en situación de trata y explotación en distintos contextos. El trabajo y experiencia, acumuladas en este tiempo, nos hablan de la necesidad de una ley integral. 

Cruz Roja se ha sumado a la petición de una Ley Integral de Protección y Atención a las víctimas y supervivientes de la Trata de Seres Humanos. La trata, por ser una grave vulneración de derechos humanos, debe estar atravesada, además, por un enfoque de Derechos Humanos y de Género Interseccional, recalcan desde Cruz Roja. 

Dentro de las recomendaciones que se han realizado a la futura ley durante el periodo de consulta, el pasado mayo, desde Cruz Roja se ha solicitado lo siguiente: 

Que contemple todas las finalidades de la trata (explotación sexual, laboral, órganos, actividades delictivas, matrimonios forzados¿) desde una perspectiva holística que pueda contemplar otras explotaciones emergentes, como la reproductiva y mecanismos específicos de no revictimización especialmente en los casos de actividades ilícitas.
Que incluya a todas las personas afectadas, independientemente de su edad, sexo o identidad sexual, nacionalidad y situación administrativa, así como un enfoque adaptado a cada una de ellas teniendo en cuenta la intersección.

Que incorpore y establezca un cambio de paradigma en el proceso de identificación, para que efectivamente sea un "proceso" en lo relativo al tiempo y "multidisciplinar" en lo que a profesionales y agencias involucradas. Que garantice el acceso a recursos y derechos en base a indicadores y a la aplicación del criterio de máxima protección. Que desvincule la identificación de la colaboración en la persecución del delito.

Desde la Organización también recuerdan que algunos de los factores que sostienen esta vulneración de Derechos Humanos son la demanda y la tolerancia social hacia situaciones como la prostitución o la mendicidad. Otros factores relevantes que favorecen la aparición de situaciones de trata de personas son, como se ha mencionado con anterioridad, la pobreza, las situaciones de inestabilidad en un país, la discriminación o la persecución, entre otros.

"Tenemos que intentar generar opciones de protección más creativas, más globales, y que den respuesta a la necesidad de cada una de estas personas y familias", concluye Rosa Flores, responsable de la Unidad contra la Trata de Cruz Roja. Por eso, entre los objetivos de la Organización está seguir tejiendo alianzas con personas, profesionales, organizaciones, administraciones, etc. para generar una red protectora que acompañe a cada persona y familia en situación de trata y haga frente y luche contra esta vulneración de Derechos Humanos. 


Este reportaje pertenece a AHORA, la revista digital de Cruz Roja Española






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