El 30 de Julio es el Día Mundial Contra la Trata de Seres Humanos, un día para concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos.

Esta lacra sigue estando presente en nuestra sociedad aunque en ocasiones pase desapercibida, o no la queramos ver. Y la globalización parece que favorece el incremento de esta despreciable actividad.

Así, se estima que a día de hoy 21 millones de personas están atrapadas en estas modernas redes de esclavitud. 

Mujeres (55-60%), hombres y niñas y niños (27%) pueden ser víctimas de trata, tanto en sus países de origen como en terceros países, mucha veces desarrollados como el nuestro y mucho más cerca de lo que pudiéramos pensar.

La trata y la explotación de personas puede adoptar diferentes formas, aunque las más extendidas son la trata con fines de explotación sexual y la trata con fines de explotación laboral. Pero también existe la trata de personas para el tráfico de órganos, para el ejercicio de la mendicidad, para la participación en conflictos armados o para matrimonios forzados.

La trata es una lacra que ataca a la dignidad de las personas y sus más elementales Derechos Humanos y debe avergonzarnos a todas las personas. Entre todos podemos y debemos contribuir a erradicarla.