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Retrato íntimo de "los indios de Ceuta"

Migrar.org (17/03/2011)

Fotograma de la película En los frondosos montes de Ceuta, 57 inmigrantes indios viven refugiados en un campamento clandestino que han construido para evitar su deportación. A través de un acercamiento íntimo, un documental les acompaña en su día a día durante 2 años


Los Ulises. Stranded in the Strait nace de uno de los dramas más crueles que existen dentro del fenómeno migratorio: las mafias. Engañados por estas redes de delincuentes, cientos de indios y bangladeshíes pagan todos los años miles de euros a cambio de un billete de avión, un pasaporte y un contrato de trabajo en Europa. Sin embargo, lo único que reciben a cambio de los ahorros de toda su familia es una penosa travesía por África, donde son maltratados y encerrados, reenviados al desierto varias veces sin agua ni comida, despojados de sus pertenencias y documentación, etc.

En el 2007, 37 bangladeshíes llegaron a Ceuta después de 2 años de travesía en África. Una vez en España, fueron encerrados en un CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes), del que se fugaron por miedo a ser deportados. Escaparon todos a la vez, y se refugiaron en el monte durante años hasta que por fin consiguieron su residencia.

Agatha Macias Zek y  Alberto García Ortiz conocían el caso de los bangladeshíes en Ceuta, y, cuando se enteraron de que, en el 2008, 60 indios habían seguido su ejemplo y se había fugado del CETI para vivir en el monte, decidieron viajar hasta Ceuta para retratar su día a día en un documental. "La mayoría de estas personas, procedentes de la región india del Punjab, habían sido engañadas por las mafias, se habían endeudado y, en lugar de ir a Europa, habían acabado en África", explica Ághata. "Una vez en Ceuta, se fugaron del CETI pensando que tendrían la misma suerte de sus compatriotas bangladeshíes. Pero la crisis económica había cambiado la estrategia del gobierno y la opinión pública", añade.


La vida en el monte
Los dos directores llegaron a los montes de Ceuta cuando este grupo de indios acababa de instalarse, y volvieron, de forma sucesiva, a lo largo de dos años. Allí, esta pequeña comunidad se había construido casetas, pequeñas cocinas y lo importante para vivir. Trabajaban como aparcacoches o ayudando a personas en tareas domésticas y, a cambio, ganaban lo justo para comprar harina o arroz. "Estaban muy bien organizados y los vecinos y la comunidad hindú de Ceuta les ayudaban mucho", afirma Ághata.

"El documental narra la historia de 5 de estos indios que han vivido en el monte durante más de dos años. En él se ve el paso del tiempo, los pequeños conflictos, la desesperación que crece...", explica la directora.  "Uno de los momentos más emocionantes que vivimos grabando fue cuando, gracias a una beca del Ayuntamiento de Madrid, pudimos viajar a la India y grabar mensajes de las familias para los chicos. Después se los enseñamos y les hizo tanta ilusión" ¡no se habían visto en años!"


Estreno en Málaga
A pesar de las dificultades que Ágata y Alberto tuvieron para financiar el documental (tuvieron que poner financiación propia y hacer una campaña de pequeñas donaciones para terminarlo),  éste se estrenará en el Festival de Málaga. Después, recorrerá algunos festivales de Europa y seguro que se distribuirá por televisión e internet. El documental ha terminado... pero la historia continúa.

Después de numerosas medidas de presión que incluyeron una acampada solidaria, el Gobierno español aseguró hace poco más de un año que el grupo completo de 54 personas sería trasladado a la Península. Así ocurrió finalmente con 34 de ellos, de forma progresiva y por grupos, desde finales de 2009. Pero lo cierto es que al llevarlos a la Península no regularizaron inmediatamente su situación, sino que tuvieron que pasar por Centros de Internamiento de Extranjeros.

Los otros 20 jóvenes indios siguen aún esperando su turno en Ceuta. Hace unos meses la dirección del CETI ofreció la posibilidad de ser trasladados a la Península en cupos de vulnerabilidad si dejaban el monte y volvían al CETI. Y es que el CETI propone semanalmente listas de personas que consideran vulnerables, para que éstas salgan camino al otro lado del Estrecho. Pero a las tres semanas de volver al CETI, los chicos se llevaron una desagradable sorpresa: la aparición de personal de su embajada para reconocerles y proceder así a su deportación.

A día de hoy, "los indios de Ceuta" siguen luchando, y no paran de convocar manifestaciones para no ser deportados. "¡Esperamos que el documental ayude a difundir su situación!" afirma Agatha.


Y tú, ¿Qué puedes hacer?
Apoya la campaña de Actuable para frenar la deportación

Sigue el documental en el Festival de Málaga





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