Así llama Lamah Tomeh Abdul al voluntariado. Ha recibido un premio estatal a su propia fuerza y a años de solidaridad con las personas inmigrantes. Las conoce y las comprende muy bien, fue una de ellas.

Si el Gobierno no le hubiera dado el Premio al voluntariado Social 2018 por toda su trayectoria, se lo darían todas las personas a las que ha ayudado, casi desde que llegó a España hace 20 años.

Ella tiene 37 y aquí en Huelva, ha trabajado, se ha formado, ha construido una familia y..."y aquí nacieron mi hijo y mi hija, aquí está mi vida".

Siempre ha echado una mano solidaria pero cuando estalló la guerra en su país, Siria se acercó corriendo a Cruz Roja. "Sabía cuánto estaba ayudando a la Organización y quería ir con ella hasta los campos de refugiados. No fue posible por seguridad, pero encontramos la forma de ayudar desde España". Se refiere a una actividad fundamental para quienes huyen de guerras y persecuciones: hacerles de traductor y de guía para facilitar sus primeros pasos después de una experiencia tan traumática.  ¿Vienen en situaciones terribles y cuando les hablas y ven que entiendes su idioma y su historia, se tranquilizan por primera vez en mucho tiempo". 

La comunicación para ella va mucho más allá del lenguaje, "es pura empatía, ponerte en su lugar". Sabe de lo que habla, prácticamente toda su familia ha tenido que huir de la guerra, perdió a un hermano en las cárceles del régimen sirio, otros huyeron a la desesperada, en patera. ¿Ayudarles es lo más humano que podemos hacer, pero también concienciar a la sociedad que les acoge.  En Cruz Roja nos esforzamos mucho en poner caras a las cifras, contar las historias reales permite entender de verdad su decisión y por qué son tan agradecidos cuando reciben ayuda¿.

Por eso dice que el premio no es suyo, "sino de toda la buena gente en el voluntariado que ayuda con la fuerza del corazón, he conocido a un montón de personas que merecen ese premio y mucho más". Cuando habla de concienciar a los demás empieza por su propia casa. Su hija, ya universitaria, sigue el ejemplo de Lama. También es voluntaria de Cruz Roja, en los mismos programas de traducción y acogida de inmigrantes. "Que ayude a los demás para mi es otro premio maravilloso".