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Aprender el idioma facilita la integración de las personas refugiadas

Cruz Roja Española (18/05/2022)

Aprendizaje idioma Cruz Roja ofrece clases de español para que las personas refugiadas puedan integrarse cuanto antes.

Dejas tu hogar debido a una crisis o conflicto, llegas a un nuevo país y sucede lo inevitable: en la mayoría de los casos no conoces el idioma. Es la realidad de muchas personas refugiadas y desde Cruz Roja explican por qué aprender el idioma facilita (y mucho) la integración. 

Aprender la lengua cuanto antes. Ese es uno de los objetivos que persiguen las clases de español que brindan desde Cruz Roja a las personas que llegan a nuestro país desde otros lugares y no conocen el idioma. ¿Trabajamos con las personas usuarias desde un primer momento. Durante la primera acogida, en la que las personas usuarias están alojadas en hoteles a la espera de plaza para entrar en el programa, ya se les facilitan clases de castellano con personal voluntario¿, cuenta Débora Orozco, del programa de Asilo del departamento de Inclusión Social de Cruz Roja. 

El camino no acaba ahí, puesto que aprender un idioma requiere un tiempo. En la posterior fase de Acogida Temporal, momento en que las personas ya están alojadas en centros o pisos de Cruz Roja, el aprendizaje está regulado por la normativa recogida en el Manual de Gestión del Programa del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Ahí el aprendizaje del idioma se gestiona tanto con personal voluntario como con academias externas, y con una carga horaria estipulada, matiza Orozco, ¿de 15 horas en la primera acogida para el nivel A1; 10 horas para el nivel A2; y 5 horas para el nivel B1¿. 

Por otro lado, en la fase de Preparación para la Autonomía, en la que las personas usuarias reciben ayudas económicas para iniciar su vida autónoma en España (por ejemplo, en pisos de alquiler), la carga horaria dedicada al aprendizaje del idioma sigue presente: 10 horas para el nivel A1; 5 horas para el nivel A2; y 5 horas para el nivel B1.  

¿Con estos recursos, y la carga horaria, se intenta que las personas usuarias aprendan el idioma en el menor tiempo posible, con el objetivo de que cuanto antes puedan participar en actividades de formación laboral. Con ello se pretende potenciar su integración en la sociedad de acogida en poco tiempo¿, puntualiza Débora Orozco.  

Las clases de español están coordinadas por personas de las oficinas provinciales, que tienen un puesto específico de coordinador o coordinadora del servicio de Aprendizaje. Estas personas, entre otros aspectos, se encargan de coordinar que las personas que están alojadas en pisos o recursos de cualquier asamblea local puedan tener acceso a los cursos de aprendizaje impartidos, a través del voluntariado en la oficina provincial o en las asambleas locales a las que pertenezcan, o a través de recursos externos (academias) contratados en los puntos territoriales en los que sea necesario. 

Ale es voluntario de Cruz Roja en Málaga, donde se encarga de impartir clases en español. Pedagogo de formación, comenzó haciendo sus prácticas en la Organización en 2020 y después decidió quedarse como voluntario. ¿El contacto con personas de diversas culturas y procedencias me enriquece mucho, además de que puedo contribuir a que esas personas tengan una mejor inserción en la sociedad. Es una gozada ser voluntario en este servicio, y en general, la gente está muy agradecida y hay mucha implicación¿, expone.  

 

El papel del personal voluntario no se queda únicamente aquí: además de dotar a las personas usuarias de ciertas competencias lingüísticas, apoyan en clases de conversación en contextos reales, salidas a la compra o salidas lingüísticas para visitar lugares de interés en la ciudad, y acompañan en visitas médicas o realización de trámites administrativos; algo fundamental para ¿la práctica contextualizada de las destrezas lingüísticas¿, aporta Orozco.  

 
Del ucraniano al español 

Desde el servicio de Aprendizaje del Idioma se intenta ofrecer un servicio de calidad para todas las personas usuarias del programa a través de subcontratación de academias, personal voluntario o establecimiento de convenios con instituciones especializadas. Ante la crisis humanitaria en Ucrania, se han establecido además convenios de cooperación con algunas entidades que, posteriormente, seguirán colaborando en la atención de todas las personas refugiadas. 

¿Instituciones de tanto renombre como el Instituto Cervantes nos ha ofrecido un convenio en el que se ofrecerán 5.000 licencias para sus cursos AVE de español para personas adultas, y 1.500 licencias para su curso Hola Amigos para niños¿, ejemplifica Débora Orozco, del programa de Asilo del departamento de Inclusión Social de Cruz Roja. También se están perfilando otros convenios en este mismo sentido. 

Uno de los últimos grupos que tiene Ale, en Málaga, está compuesto precisamente por siete personas ucranianas. La más joven tiene 14 años y la mayor más de 45. Para facilitar su integración cuanto antes, el joven explica que es clave la expresión oral, y también gestual, ¿sobre todo al principio¿. Cuando las personas, además, controlan otro idioma (como el inglés, en el caso de las personas que vienen de Ucrania; o el francés, cuando Ale ha trabajado con grupos procedentes de Senegal o Mali) todo es mucho más sencillo. ¿Tienen mucha facilidad para aprender, porque algunos controlan muchas lenguas¿ Eso, y la predisposición¿, apostilla.  

Mantener una conversación es esencial, así como saber expresarse por escrito. ¿No tanto copiar el verbo ¿hablar¿, por ejemplo, sino formular frases que después puedan utilizar en un contexto social, o que les van a servir para la búsqueda de empleo¿, apunta el voluntario de Cruz Roja.  

 

Aprendiendo español con música 

Aprender español mediante la música es uno de los objetivos de un taller dirigido a niños y niñas ucranianos auspiciado por el Centro Educativo ¿Ars Nova¿ y Cruz Roja en Cuenca. El taller, que se celebra todos los viernes, cuenta hasta el momento con 10 menores de entre 3 y 11 años procedentes de familias, y consiste en aprender el idioma a través de canciones y del arte plástico.  

Por otro lado, el grupo de adultos perteneciente al recurso de alojamiento de emergencia en Cuenca también está recibiendo clases de español. En este caso, se incluyen visitas a comercios y tiendas de barrio para centrar el aprendizaje en cuestiones prácticas del día a día y para ayudarles a integrarse en la ciudad.  




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